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Peces

Las variaciones diarias y estacionales de las características fisicoquímicas y condiciones bióticas y abióticas de los ríos (p.ej. el tipo de sustrato, la velocidad de la corriente la profundidad, la temperatura, el tipo de vegetación) determinan la estructura de los hábitats que son de gran importancia para la presencia y abundancia de la comunidad de peces. Cuando se deteriora la calidad de los ríos, la función de sus hábitats se modifica o se pierde totalmente, provocando grandes cambios en la composición, diversidad o distribución de la comunidad de peces. Estos cambios también pueden ser consecuencia de una alteración en las interacciones entre las diferentes especies que habitan en el río, ya que el deterioro de este ecosistema puede facilitar el establecimiento de especies exóticas o introducidas.
Debido al gran deterioro de los ríos, en las últimas décadas se ha puesto especial atención a la evaluación del estado de estos ecosistemas con base en su comunidad de peces. La mayoría de los estudios se han enfocado a la relación entre las variables hidrológicas, la modificación del caudal y en la disponibilidad de hábitat que se genera o se pierde como consecuencia del deterioro del ecosistema.
El empleo de los peces es muy común dentro de los programas de monitoreo biológico en ecosistemas acuáticos, principalmente porque se tiene un amplio conocimiento de este grupo animal y a que presentan diversos atributos que los hacen buenos indicadores, entre los que se encuentra que:
• Están presentes en la mayoría de los cuerpos de agua, sean lóticos o lénticos, continentales o costeros.
• Son organismos altamente diversificados. Hay especies alguívoras (consumen algas), detritívoras (consumen materia orgánica como hojarasca), insectívoras (consumen insectos), planctófagas (se alimentan de plancton) y piscívoras (se alimentan de otros peces), entre otros.
• Son sensibles a cambios ambientales, como a la contaminación, oxígeno disuelto, temperatura y salinidad del agua.
• Son relativamente fáciles de identificar en el campo por la forma, el tamaño y la coloración.
• Es relativamente fácil determinar mediante la anatomía de un pez cuando ha estado sometido a algún tipo de estrés o cambios en la calidad del agua, reflejándose en características como el nado, lesiones, deformidades en el cuerpo, en las aletas y en las escamas.

Noticias

Utilizan especies acuáticas como bioindicadores (UNAM)

17 de marzo de 2020

Fuente: Gaceta UNAM

En Yucatán, dentro de la Unidad Sisal de la Facultad de Química (FQ) de la UNAM, un grupo de investigadores utiliza dos especies de peces y una de pulpo como especies centinela o bioindicadores de contaminación y el efecto de factores abióticos como la temperatura y salinidad.

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Los peces, indicadores biológicos de los ecosistemas acuáticos de Yucatán (iAgua)

09 de marzo de 2017

Fuente: iAgua

Por sus importantes relaciones con el medio ambiente, las comunidades de peces representan laboratorios naturales para la ciencia. En la Unidad Multidisciplinaria de Docencia e Investigación de la Universidad Nacional Autónoma de México (UMDI UNAM), Unidad Académica Sisal, son estudiadas como indicadores para evaluar la restauración de zonas de manglar y la repercusión de la dinámica trófica en ciénagas y lagunas de la península de Yucatán, tanto en sus aspectos ecológicos como pesqueros.

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La Directiva Marco del Agua, los índices biológicos y los peces fluviales (UCM)

Febrero de 2007

Fuente: UCM

La Directiva Marco del Agua de la Unión Europea extiende el campo de la protección acuática a todas las aguas epicontinentales y establece como claros objetivos para el año 2015 el logro de un “buen estado ecológico” en todas las aguas europeas y el uso sostenible del agua. Se considera que una masa de agua superficial alcanzará ese buen estado cuando se demuestre un bajo nivel de degradación resultante de la actividad humana, es decir, a lo sumo ligeros cambios en la composición y abundancia de la vegetación acuática, de los invertebrados bentónicos y de los peces originales.

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Normatividad

El uso de peces como bioindicdores se incluye en directivas europeas (European Commission, 2000) y norteamericanas (Environmental Protection Agency, 2002).

Fuentes

  • Bunn, S. E. y Arthington, A. H. 2002. Basic principles and ecological consequences of altered flow regimes for aquatic biodiversity. Environmental Management30(4): 492-507.
  • Elosegi, A. & S. Sabater. (2009). Conceptos y técnicas en ecología fluvial. Primera edición. Edición en español Fundación BBVA. 424p.
  • Lanza Espino, G & Hernández Pulido, S. (2014). Organismos acuáticos como indicadores de cambios ambientales: características, elección, interpretación, monitoreo. Ventajas y desventaja. En: González, C., Vallarino, A., Pérez, J &Low, A (Eds). Bioindicadores. Guardianes de nuestro futuro ambiental. El Colegio de la Frontera Sur-Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático. México, 779 p.
  • Rosenfeld, J. 2003. Assessing the habitat requirements of stream fishes: An overview and evaluation of different approaches. Transactions of the American Fisheries Society132(5): 953-968.
  • Wang, L., Lyons, J., Kanehl, P. y Bannerman, R. 2001. Impacts of urbanization on stream habitat and fish across multiple spatial scales. Environmental Management28(2): 255-266.
  • Wenger, S. J., Freeman, M. C., Fowler, L. A., Freeman, B. J., y Peterson, J. T. 2010. Conservation planning for imperiled aquatic species in an urbanizing environment.Landscape and Urban Planning97(1): 11-21.