Cromo (Cr)
El cromo es un metal plateado, duro y muy resistente a la corrosión. En la naturaleza el cromo se encuentra como compuesto, es decir, combinado con otros elementos. Su nombre viene del griego chroma, que significa color, justamente por los distintos colores que presentan sus compuestos.
La cromita es el mineral con más cromo y, por lo tanto, el más valorado por las industrias que utilizan este metal, entre ellas: galvanoplastia, curtido de cuero, tratamientos de maderas, producción de textiles y artículos de cocina de acero inoxidable.
Existen diferentes formas del cromo pero las más comunes son: cromo 0, cromo III y cromo VI. El cromo 0, también conocido como cromo metálico, se utiliza en la fabricación de aceros inoxidables; el cromo III predomina en organismos vivos y ayuda al cuerpo a metabolizar azúcares, grasas y proteínas, aunque un exceso de cromo III puede causar efectos como erupciones cutáneas; el cromo VI, derivado del cromo III, es usado para propósitos industriales y es altamente tóxico.
El cromo entra al aire, el agua y el suelo en forma de cromo III y cromo VI. La contaminación del aire se debe al cromo liberado al quemar gas natural, petróleo o carbón, aunque generalmente no permanece en la atmósfera sino que se deposita en el agua y el suelo. La contaminación del agua ocurre, además, por la descarga de desechos derivados de la manufactura de colorantes y pigmentos para el curtido de cueros. La contaminación del suelo se debe al depósito de residuos industriales y a cenizas de carbón provenientes de plantas generadoras de electricidad.
Para la población general, la ruta más probable de una alta exposición al cromo III es a través del consumo de alimentos contaminados por el contacto con latas o utensilios de acero inoxidable. Una alta exposición al cromo VI es frecuente en ambientes de trabajo en donde se usan sustancias con cromo, principalmente en la industria del cuero, la industria textil, la industria petrolera y la industria de platinado. La intoxicación con cromo VI puede ser grave y causar síntomas como erupciones cutáneas, malestar de estómago y úlceras, problemas respiratorios, debilitamiento del sistema inmunológico, daño en hígado y riñones, alteración del material genético, cáncer de pulmón, o incluso la muerte.
En México, la NOM–127–SSA1–1994 y la NOM–201–SSA1–2015 establecen que el límite máximo permisible de cromo total en el agua para consumo humano y agua potable es de 0.05 mg/l. Asimismo, la norma NMX–AA–044–SCFI–2014 fue creada exclusivamente para el análisis y la medición del cromo VI en aguas naturales, salinas, residuales y residuales tratadas.
El cromo III es un poco más fácil de degradar, por lo que los tratamientos utilizados en agua con alto contenido de cromo son el tratamiento químico para la reducción del cromo (éstos convierten el cromo VI en cromo III) y el tratamiento de floculación-coagulación-precipitación para poder separar el contaminante del agua.