Macroinvertebrados acuáticos
Los macroinvertebrados acuáticos son animales que pasan toda o parte de su vida dentro de los cuerpos de agua. El prefijo macro hace referencia al tamaño, ya que separa a los organismos observables a simple vista de otros más pequeños que sólo se pueden observar bajo el microscopio (micro).
Dentro del grupo podemos encontrar una gran variedad de organismos, por ejemplo, caracoles, almejas, gusanos planos, ácaros, crustáceos (camarones y cangrejos), lombrices e insectos.
En los ecosistemas acuáticos, estos animales se encuentran en su mayoría en fase de larva y tienen sus fases adultas terrestres, con excepción de las chinches y algunos escarabajos, cuyas fases adultas pueden permanecer en el agua.
Funciones en el ecosistema acuático:
Cadenas alimenticias
Los macroinvertebrados son eslabones fundamentales en las cadenas tróficas, ya que son una fuente de alimento para peces, anfibios, aves acuáticas y otros macroinvertebrados acuáticos.
Descomposición y reciclado de nutrientes
Algunos descomponen materia orgánica en el agua (ramas, hojas, troncos, restos de animales, etc.), lo que ayuda a mantener la salud de los ecosistemas al asegurar la disponibilidad de nutrientes esenciales para otros organismos acuáticos y plantas.
Polinización
Algunos macroinvertebrados salen del agua cuando se convierten en adultos y al alimentarse del néctar de las flores transportan polen de una planta a otra (polinización), contribuyendo así a la reproducción de las plantas.
Arquitectos del río
Los macroinvertebrados acuáticos, especialmente las larvas de insectos, participan activamente en la transformación de los materiales del río, por ejemplo, mediante la construcción de refugios (hechos con material vegetal o sustrato del fondo del cuerpo de agua), lo que puede modificar las características del río, creando microhábitats importantes para otras especies.
Bioindicadores
La presencia y abundancia de un tipo de macroinvertebrado u otro puede proporcionar información respecto a la calidad del agua y del ecosistema, ya que presentan distintas preferencias a condiciones ambientales, por ejemplo, algunos se desarrollan únicamente en cuerpos de agua con altas concentraciones de oxígeno y con poca o nula contaminación del agua, mientras que otros tienen tolerancia a bajas concentraciones de oxígeno (resultado de la contaminación del agua) y a un incremento en la cantidad de nutrientes (p.ej. nitrógeno y fósforo) en el cuerpo de agua.
Así mismo, la diversidad de estos animales está relacionada con la variedad de espacios en el ecosistema donde puedan vivir, ya que algunos prefieren zonas con flujo de agua rápido, mientras que otros prefieren aguas estancadas, algunos necesitan materiales rocosos o arenosos en el fondo y otros pueden vivir en el lodo o adheridos a la vegetación acuática.
De tal manera, la presencia de los macroinvertebrados se vincula a las condiciones en el ecosistema, como el estado de conservación de la vegetación de ribera, la calidad hidromorfológica, la cantidad de oxígeno disuelto para poder respirar, así como el tipo y cantidad de alimento disponible (natural o proveniente de fuentes de contaminación). En este sentido, ciertas actividades humanas pueden generar afectaciones en estos animales, p.ej. la contaminación por aguas residuales sin tratamiento, la extracción de materiales pétreos (lugares donde los macroinvertebrados se refugian y alimentan) y la deforestación de la vegetación de ribera.