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Detergente

El detergente es una sustancia química que tiene la propiedad de remover grasa o suciedad que el agua por sí sola no puede y, a diferencia de los jabones, los detergentes de uso común tienen la capacidad de trabajar en aguas duras. Por tal motivo, durante las últimas décadas los detergentes se han hecho tan populares para el lavado de ropa.

Para que una sustancia sea considerada un detergente, ésta debe actuar de manera efectiva en la eliminación de las grasas y la suciedad de los tejidos, sin afectar el tejido mismo. Para lograr este propósito, el detergente debe ser capaz de: ser soluble en agua, tener afinidad por las grasas, no afectar los tejidos, no ser tóxico ni alergénico, tener la capacidad de eliminar manchas y tener un olor agradable o a “limpio”.

Los detergentes se fabrican mediante la combinación de una fase acuosa (agua) con una fase oleosa (se podría considerar aceitosa), sin embargo, cada detergente puede variar dependiendo del objetivo que se requiera limpiar. Comúnmente sus ingredientes y funciones son los siguientes:

  • Agente tensoactivo: es el encargado de “atrapar” la suciedad y llevarla consigo al enjuagar con agua.
  • Polifosfatos, carbonatos y silicatos: permiten que el detergente trabaje correctamente en agua con muchas sales minerales.
  • Perborato: se utiliza como blanqueador.
  • Colorantes y perfumes: dan un aspecto y un olor agradables.

La mayoría de los detergentes sintéticos son contaminantes persistentes debido a que el agua residual no se descompone fácilmente después de ser desechada. Al utilizar diferentes químicos para mejorar su efectividad, históricamente los detergentes se han producido sin considerar mucho el tema de la biodegradación por lo que hoy día se necesitan tratamientos para que el detergente y sus componentes sean retirados del agua; de lo contrario, ésta podría contaminar y dañar la flora y la fauna que de ella dependan. Uno de los problemas más graves en esta materia es la eutrofización, es decir: el enriquecimiento de nutrientes, como fosfatos (uno de los componentes del detergente), en sistemas acuáticos, lo que ocasiona múltiples problemas como: la reducción o eliminación de la biodiversidad, la generación de zonas de hipoxia —también conocidas como “zonas muertas”—, y el crecimiento desmesurado de algas y cianobacterias en el agua, amenazando la seguridad del agua potable y el abasto de alimentos acuáticos.

La capacidad contaminante de los detergentes es tal que su composición ha sido motivo de prohibiciones y regulaciones por los gobiernos de muchos países, donde el lavado en máquinas derrama enormes cantidades de agua con detergentes a las alcantarillas. En nuestro país existe una gran cantidad de lagos y lagunas con serios problemas de eutrofización.

Las formulaciones de detergentes duros (no biodegradables) que existen en el mercado son muy variadas, así como sus precios y capacidades de lavado, pero todas sin excepción son sustancias contaminantes; por tal motivo, y en aras de proteger el planeta, es altamente recomendable utilizar siempre la menor cantidad posible de detergente en el lavado o detergentes blandos(biodegradables). 

Fuentes